Hoy en día, encontrar un pan integral que merezca la pena es muy complicado. Se puede, pero no siempre es fácil. Por lo tanto, esta es mi propuesta SIN NECESIDAD DE UNA PANIFICADORA, al menos, para hacerlo de vez en cuando.

Ingredientes:

  • 350g de harina integral de trigo/espelta/centeno de grano completo
  • 200ml de agua tibia
  • 15g de levadura fresca o 1 sobrecito de levadura seca (Si utilizamos algo más de cantidad de harina, también sirven estas cantidades de levadura)
  • 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de sal yodada
  • Opcionales*: Unos frutos secos al natural troceados, semillas de sésamo, de girasol, de calabaza, de lino (previo remojo), especias al gusto (pimentón, pimienta negra, albahaca, orégano,…), copos de avena integral u otros cereales,…

Preparación:

Es muy sencillo de preparar, pero necesitamos algo de tiempo para dejarlo reposar y que la levadura vaya haciendo efecto.

Primero, en un bol echamos la harina y la levadura, y las mezclamos con las manos. Enseguida, podemos añadir el agua, y crear una masa homogénea ya fuera del bol sobre una mesa en la que previamente hayamos espolvoreado un poco de harina integral, para que la masa no se pegue (un par de minutos). Una vez hayamos conseguido la masa, la aplastamos un poquito, y echamos en el centro las dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y la pizca de sal yodada. Para que no se escurra, cerramos la masa hacia dentro, dejando “dentro el aceite y la sal”.

Seguimos amasando. Esta vez, la masa estará más húmeda y grasosilla, por el efecto del aceite de oliva. Esto es completamente normal. Seguimos amasando unos 5-6 minutos, hasta conseguir una masa lo más homogénea posible y ya no tan grasa.

Hacemos una bola con la masa, y la volvemos a introducir en el bol (echamos en el fondo un pelín de harina para que no se pegue la masa al bol); cerramos el bol con papel film y dejamos reposar esa bola de masa durante 60 minutos (doblará su volumen).

Una vez transcurrida esa hora, la cual hemos aprovechado para hacer ejercicio, limpiar la casa, estudiar, trabajar o hacer la compra, sacamos la masa y la aplastamos un poquito para sacarle el gas creado por la fermentación. La amasamos un poquito, y la colocamos en un molde o directamente sobre la bandeja del horno, a la cual hemos puesto papel de horno habiéndole dado la forma deseada a la masa. Ponemos un trapo de cocina sobre el pan y lo dejamos reposar otros 40 minutos.

Cuando hayan pasado 30 minutos, aprovechamos los 10 que le quedan al pan, para ir precalentando el horno a 225ºC. Una vez pasados esos 10 minutos, hacemos unas pequeñas incisiones no muy profundas a nuestro futuro pan, y ya es hora de introducirlo en el horno a esa misma temperatura durante 35-40 minutos (Introducimos a la vez que nuestro pan, un recipiente de silicona o un recipiente apto para el horno con agua dentro, para que cree la humedad necesaria en este proceso.

A los 35-40 minutos, sacamos el pan del horno. Y lo colocamos sobre una base fría, y dejamos enfriar. Enseguida está listo para poder degustarlo. ¡Es una maravilla!

*Los ingredientes opcionales, se pueden añadir a la masa cuando se esté amasando y que queden dentro del pan (especias, frutos secos, semillas, copos de cereales integrales), o sino 10 minutos antes de que termine el horneado, podemos espolvorearlos por encima de nuestro pan (abriendo un minutito el horno) (Los copos de avena o de otro cereal y las semillas pueden espolvorearse por encima del pan antes de introducir éste al horno, es decir, pueden hacer todo el proceso de horneado con el pan. Los frutos secos, no, porque se queman).

SI QUEREMOS QUE NUESTRO PRÓXIMO PAN INTEGRAL SEA DE MASA MADRE, LO ÚNICO QUE DEBEMOS HACER ES LO SIGUIENTE:

En esta receta, una vez transcurrida los 60 primeros minutos que hemos esperado a que el pan doble su volumen, tomamos un pedacito de este, y lo guardamos en un tarrito cerrado con tapa o con papel film en el frigorífico o congelador. Y basta con que la próxima vez que vayamos a elaborar el pan, saquemos del frigorífico o del congelador un ratito antes este trocito de masa del pan anterior (dejando que coja temperatura, hasta que esté al menos a temperatura ambiente), y en vez de volver a echar levadura, con añadir este trocito a la masa que vamos a elaborar, sería suficiente (puesto que ese trocito ya tiene levadura fermentada de la masa del pan anterior). Y así sucesivamente, con este próximo pan, una vez transcurridos los primeros 60 minutos de fermentación, retiramos un trocito de la masa y la guardamos para el siguiente pan que elaboremos.

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