Café…¿amigo o enemigo?

Ni lo uno, ni lo otro. En exceso, ya sabemos, que puede convertirse en enemigo (y no tanto por el café en sí, sino por todo lo que le rodea: No es lo mismo que tomemos 1-2 tazas al día con un poco de leche o bebida vegetal y sin azúcar, que qué tomemos 10 tazas de café con leche con un montón de azúcar, acompañado por un buen bollo, y encima por el cigarrito de después).

Es cierto que la cafeína eleva la tensión arterial, pero, como controversia, hay muchos estudios que observan que tomar café se relaciona con un menor riesgo de hipertensión e incluso de enfermedad cardiovascular. Entonces,…¿qué sentido tiene todo esto? En relación con el café y la salud, se han realizado varios estudios desde hace más de cuarenta años. Pero en muchos de ellos, no se tenían en cuenta todas las características de los individuos que formaban parte de ellos (como, por ejemplo, si eran fumadores, que tipo de dieta llevaban a cabo, deporte,…), y por lo tanto, varios de aquellos estudios constataron que quien tomaba café a menudo solía morir prematuramente. Sí que tuvieron en cuenta esas diferencias estudios posteriores, que no observaron, en absoluto, tales diferencias en la mortalidad. Desde hace pocos años atrás, se han llevado a cabo estudios rigurosos que concluyen lo siguiente: TRES TAZAS DE CAFÉ AL DÍA EN ADULTOS, SALVO CONTRAINDICACIÓN MÉDICA, SON PERFECTAMENTE COMPATIBLES CON UNA VIDA SANA.

Ahora bien, bebidas cómo el café y el té, entre otros alimentos, inhiben la absorción de hierro, por su alta concentración en Taninos (compuestos presentes en algunas plantas y frutos beneficiosas para la salud por sus propiedades astringentes y antiinflamatorias, pero que a su vez también disminuyen la absorción de algunos nutrientes indispensables para nuestro organismo). Por lo tanto, sobre todo para el mundo de los veganos y vegetarianos, tras una comida rica en hierro (legumbres, por ejemplo) no sería el mejor momento de tomarse una taza de café. Lo más conveniente sería tomar el café fuera de las comidas principales, o más ricas en este mineral, y aprovechar el desayuno, la media mañana o la merienda para tomarlo.

Y con esto no quiero decir que empecéis a tomar café si no lo hacíais antes, simplemente, para esa gente súper cafetera, moderad un poco su consumo si excede lo que se considera aceptable, y sobre todo, moderad o destruid todo aquello que rodea al momento del café si no es saludable en absoluto (azúcar o edulcorante que añadimos, bollería que lo acompaña (incluidas las galletas, sí, también son bollería), tabaco, malos hábitos, café de cápsulas (Sí, pues exceptuando el café solo, todas las cápsulas llevan azúcar y otros ingredientes añadidos para que nos parezcan más agradables y las sigamos comprando hasta la saciedad, por no hablar del grave problema medioambiental que pueden llegar a crear…) y sólo quedaos con lo bueno y saludable (una buena charla que lo acompañe, un momento de relajación o desconexión,…).

 

Comparte esto...
Share on FacebookTweet about this on TwitterPin on PinterestShare on Google+Share on LinkedIn